sábado, 4 de octubre de 2008

Los sapos hembra.

Se ha hablado en ocasiones de los príncipes que al ser besados se tornan en sapos, como dicta la tradición, pero existe una especie de género femenino, tal vez igual de extendida.

Puedes encontrarte con un sapito hembra en tu vida, pero no quieras involucrarte demasiado, pues seguramente se saldrá de tus cánones establecidos.
Los sapos hembra necesitan un tanto de adulación y atención. Puedes jugar, no es malo, pero no quieras vislumbrar a esa princesa que imaginaste, eso pertenece a otro cuento.
Simplemente son así. Tal vez una especie que precise de un estudio en profundidad.

Estos batracios de aspecto bello, pueden parecer princesitas, a veces tiernas, otras aparentemente encantadoras (tal vez de serpientes). Pero si realmente pertenece a la especie de sapo hembra, descuida, que pronto asomará la patita. Es sencillo. Basta con esperar.
No te dejes engañar por su apariencia externa, que puede representar una imagen de sangre real. Ch ch ch… No. Tal vez te hayas encontrado con alguno de estos anfibios encantadores y compartas una velada entretenida. Y un buen día, comiences a mirar a la izquierda, a la derecha, y pienses: -“No puede ser, ¿Dónde se fue? - Y encuentres un sapito hembra a unos pocos metros de ti.

Es ella. No te preocupes amigo. Necesita saltar de vez en cuando a su charca, su verdadera naturaleza para realizar su más profunda aspiración: Encontrar otro “príncipe” que la confunda con una princesita.

Ellas son así. Son encantadoras… Pero de lejos.


Firmado: El “príncipe” AZUL.

2 comentarios:

cojoiden dijo...

sapos hay en todas partes, desgraciadamente

Maik! dijo...

Jojojojo. QUE! BUENO!