sábado, 11 de julio de 2009

Puntos de vista…


"Nada es casual, todo sucede para bien…" Cosas que antes escuchaba y pronto pude entender, y curiosamente iba encontrándome en mi vida personas que ya eran conscientes de esto, comprobando con una sonrisa que hablamos el mismo "idioma".
Pasaron momentos en que la duda asaltaba por el ego y aún hoy una pequeña parte de mi ser se resistía a creerlo, pero en lo más hondo de mi consciencia, mi alma sabe que todo lo que aconteció ayer y lo que sucede hoy tiene un propósito, una finalidad que encierra un aprendizaje concreto para la vida de cada persona.
Si todo fuera perfecto, si nadie cometiese errores y ninguna persona fuera víctima de alguna tragedia, o pasase por un duelo aparentemente terrible, no aprenderiamos nada.
De situaciones difíciles producen cambios en las personas y muchas veces hemos escuchado hablar de gente que se ha vuelto mejores personas tras pasar por determinadas circunstancias. De todo podemos sacar la enseñanza positiva, todo es cuestión de saber elegir.
Las crisis personales ofrecen la posibilidad de elevar el espíritu, plantearse nuevos retos y crecer como seres humanos.
Y respecto al tema no puedo obviar añadir el cuento de Todo sucede para bien, mejor ejemplo que conlleva este entendimiento.